Luego de tres décadas de negociación, planificación, problemas de financiación e, incluso, un golpe de Estado, el proyecto minero más grande del mundo finalmente se pondrá en marcha este año: Simandou, la iniciativa de mineral de hierro, ferrocarril y puerto de 20 000 millones de dólares liderado por Rio Tinto en Guinea.
El proyecto se ha abierto camino a través de los cambios de intereses y precios en los últimos años, en su esfuerzo por llegar a buen término. Sin embargo, ahora se considera que la alta calidad del mineral de hierro disponible en las montañas de Simandou (superior al 65 %) merece el enorme desembolso y esfuerzo que requiere su obtención, (especialmente a medida que otras fuentes más accesibles se agotan a un ritmo constante). Uno de los otros siete socios del proyecto llegó a describirlo como el “caviar” del mineral de hierro. Otros afirmaron a Financial Times que simplemente “no existe nada igual en cuanto a su magnitud y tamaño”.
Cinco de los socios son chinos, y China también ve a Simandou como una opción para probar nuevos procedimientos que podrían representar pasos significativos en la descarbonización de su industria siderúrgica. Principalmente, el uso de hidrógeno y monóxido de carbono para procesar el mineral, en lugar de combustible a base de carbón como el coque. Es un método más sostenible, pero que requiere mineral de hierro de alta calidad para funcionar de manera convincente.
El proyecto incluirá dos minas, un puerto de aguas profundas cerca de la capital guineana, Conakry, y un sistema ferroviario de aproximadamente 650 kilómetros.
Hoy en día, Simandou es el yacimiento de mineral de hierro de alta ley sin explotar más grande del mundo. El año pasado, Rio Tinto informó que la ubicación tenía un recurso mineral total estimado, al 31 de diciembre de 2022, de 2800 millones de toneladas, de las cuales la conversión de aproximadamente 1500 millones de toneladas en reservas de mineral respaldaría una vida útil de la mina de 26 años, con una ley promedio de hierro del 65,3 % y bajo contenido de impurezas.
Rio Tinto obtuvo, por primera vez, una licencia de exploración del sitio en 1997. Parte de la demora, desde entonces (sin contar el golpe de Estado de Guinea de 2021), se debió a la reunión de la cantidad de socios necesarios para financiar una iniciativa tan grande. El director ejecutivo de Rio Tinto, En febrero, Jakob Stausholm confirmó que la junta finalmente había aprobado el proyecto que prevé crear 45 000 puestos de trabajo. Dijo lo siguiente a Financial Times: “A principios de noviembre estuve allí. Sobrevolé la línea ferroviaria, las minas y el puerto en helicóptero. Es increíble lo que ha sucedido”.
Se espera que las principales obras de infraestructura comiencen este año, y que el primer mineral se procese en 2025.