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No, no se trata de una película <em>crossover</em> para los fanáticos de la ciencia ficción, sino de una creación de fuerzas medioambientales en el desierto profundo que, hasta ahora, han resistido los intentos de considerarlas viejas o de definirlas.

Las dunas en estrella son estructuras de arena misteriosas y gigantes, generadas en el desierto por vientos opuestos que forman dunas piramidales enormes. También pueden extenderse lentamente por el terreno, y algunos ejemplares lo llevan haciendo durante miles de años.

Alcanzan cientos de metros de altura, y se pueden encontrar en África, Asia y América del Norte (o en Saturno, Marte y Titán, dependiendo de dónde se apunte el telescopio). Aunque son conocidas desde hace algún tiempo, los científicos no están seguros de su antigüedad o de cuándo se formaron por primera vez.

Un equipo liderado por el profesor Geoff Duller del Departamento de Geografía y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Aberystwyth de Gales, y el profesor Charles Bristow, profesor de Sedimentología en la Universidad Birkbeck de Londres, han logrado calcular la fecha. Y son muy antiguas. Los niveles inferiores de la duna en estrella de Lalla Lallia en Marruecos se formaron por primera vez hace 13 000 años, y la duna ha cambiado y crecido desde entonces.

Como se citó en el periódico británico <em>The Guardian</em>, el profesor Duller describió las dunas como “algo extraordinario, una de las maravillas naturales del mundo. Desde el suelo parecen pirámides, pero, desde el aire, se ve un pico, además de brazos que se irradian en tres o cuatro direcciones y las hacen parecer estrellas”.

La importancia para la infraestructura

Los vientos rivales del suroeste y el noreste crearon a Lalla Lallia, pero un tercer viento constante del este la empuja lentamente a través del desierto a un ritmo de medio metro por año.

Eso es importante cuando se piensa en construir carreteras, oleoductos o cualquier tipo de infraestructura. Realmente se mueven.

Prof Duller

Mediante el uso de técnicas de luminiscencia desarrolladas en Aberystwyth, el equipo pudo determinar cuándo se depositaron las primeras capas, al medir la última vez que los minerales de la arena estuvieron expuestos a la luz solar. También aplicaron un radar de penetración terrestre a intervalos de medio metro para detectar pequeñas diferencias en el tamaño de los granos de arena y el contenido de agua debajo de la superficie de la duna, lo que construye una imagen de las capas interiores de la duna.

La duna que estudiaron se encuentra en el mar de arena Erg Chebbi de Marruecos, y se cree que es la más grande del planeta, con 100 metros de altura y 700 metros de ancho. Parece haber dejado de crecer hace unos 9000 años, y se durmió durante 8000 años cuando el Sahara reverdeció. Luego, en los últimos 1000 años, comenzó a crecer de nuevo, probablemente debido a la pérdida de su vegetación estabilizadora durante el cambio climático del Sahara. Esta expansión relativamente reciente constituye una de las sorpresas de la investigación.

¿Está listo para experimentar las dunas en estrella?

Si bien subir y bajar estas vastas estructuras es un desafío, uno de los principales problemas con el estudio de las dunas en estrella parece ser que su enorme tamaño dificulta saber si realmente se está mirando una.

Pero si una persona está desesperada por realizar una caminata real y verlo por sí misma, puede visitar el Parque Nacional y Reserva Grandes Dunas de Arena de Colorado y recorrer su duna en estrella, una de las más altas de Estados Unidos. No obstante, el sitio web del parque advierte lo siguiente: “No existe ningún sendero. Los programas populares de senderismo suelen ser imprecisos. Planifique hasta 9 horas para caminar ida y vuelta. Las temperaturas gélidas y las ventiscas son comunes”. ¿Quién dijo que estudiar los misterios del medioambiente era fácil?