En el verano de 2008, el Etna estaba en erupción. Cuando el volcán más grande y activo de Europa comienza a arrojar cenizas y lava, la mayoría trata de no acercarse, excepto algunos geólogos, como es el caso de Megan Eyre.
En ese momento, Megan cursaba sus estudios universitarios en geofísica y pasó una semana en el monte Etna instalando sismómetros en el marco de una pasantía de verano en 2008.
“Era casi como tener acceso al detrás de escena porque todo estaba vallado”, comentó Megan. “No obstante, como estábamos trabajando con el Observatorio Volcánico, pudimos llegar a zonas donde el resto de las personas tenía prohibido ingresar”.
Fue un trabajo difícil. Megan caminó hasta el monte Etna con mucho calor, de mangas largas y pantalones largos, con una mochila de 18 kilos en la espalda (adentro podía llegar a tener una batería de auto, un sismómetro, cables, una pala y guantes de goma resistentes).
“Para instalar el sismómetro, hay que cavar un hoyo de varios metros de profundidad con una pala”, contó Megan. “Pero hay que usar guantes de goma porque la arena volcánica es muy afilada. Normalmente, debemos pegarnos la ropa con cinta adhesiva alrededor de los tobillos y las muñecas, para que no entre la arena”.
Era la primera vez que Megan estaba en el campo. También fue cuando supo que había tomado la decisión profesional correcta.
“Me encantaba salir y hacer trabajo de campo, llegar hasta los volcanes”, comentó. “Mi pasión por la geofísica creció aún más a partir de ese momento”.
La próxima ganadora de la beca Seequent/WING Visibility Scholarship
En la actualidad, la Dra. Megan Eyre tiene ocho publicaciones académicas y recibió una beca posdoctoral de la Universidad de Calgary durante más de tres años. Megan es de Irlanda del Norte, pero hizo su maestría en la Universidad de Liverpool, en Inglaterra; luego, hizo el doctorado en la universidad University College de Dublín e hizo una escala en Francia como investigadora posdoctoral. Actualmente, vive con su familia en Calgary, Canadá.
Trabaja como geóloga en Borealis GeoPower, Inc., una empresa privada canadiense centrada en el desarrollo de proyectos de geotermia y soluciones de minería en la zona oeste y norte de Canadá.
Su próximo destino es Christchurch, Nueva Zelanda, donde se reunirá con el equipo de Geotermia de Seequent como la próxima ganadora de la beca Seequent/WING Visibility Scholarship.
WING es una organización sin fines de lucro dirigida por voluntarios; se enfoca en promover la educación, el desarrollo profesional y el avance de las mujeres en la industria geotérmica. Actualmente, es la asociación geotérmica más grande del mundo, puesto que cuenta con representación en 48 países y tiene más de 1500 miembros.
Por segundo año, Seequent se asoció con WING para financiar la beca WING/Seequent Visibility Scholarship, que está abierta para los miembros de WING en todo el mundo. La ganadora de la beca recibe patrocinio para asistir y presentar un trabajo de investigación en el Taller sobre Geotérmica de Nueva Zelanda, que se llevará a cabo del 25 al 27 de noviembre en Auckland, Nueva Zelanda. También tendrán la oportunidad de aprender y pasar tiempo con el equipo de Energía Geotérmica de Seequent.
“Es la primera vez que visito Nueva Zelanda”, comentó Megan. “Como parte del recorrido, voy a visitar algunos sitios geotérmicos. Estoy muy entusiasmada por conocer todo”.
Megan ganó la beca por su función en la investigación de Borealis GeoPower, en la que usó un vehículo aéreo no tripulado (unmanned aerial vehicle, UAV o dron) para realizar estudios térmicos infrarrojos y magnéticos sobre su proyecto geotérmico en Terrace, British Columbia. Las prospecciones se combinaron para determinar cómo las anomalías térmicas de alta resolución se correlacionaban con características magnéticas que, normalmente, no se detectarían en prospecciones con menor resolución. Consideran que esta técnica podría aplicarse en una exploración geotérmica más amplia.
“Llegué a la empresa después de que se había realizado la prospección del área”, comentó Megan. “Hice la interpretación magnética una vez que llegué. Después de haber reprocesado los datos térmicos, también fuimos al campo para verificar las anomalías”.
Un respaldo para la próxima generación de geofísicos
Además de su función en la investigación, Megan también ganó por su perspectiva sobre la diversidad en la geotermia. ¿Cuál es su consejo para las mujeres que trabajan en las ciencias de la Tierra?
“Nunca se subestimen a ustedes mismas”, comentó. “Si creen en ustedes, entonces podrán lograrlo. Tengan fe en ustedes mismas y rodéense de personas positivas”.
Megan cree que la clave de la diversidad en la industria es tener modelos a seguir a los que admirar. Para ella, eso incluye contar con la presencia de una sólida figura femenina que sirva como mentora, como el caso de Alison Thompson, directora ejecutiva de Borealis GeoPower.
“Creo que he tenido mucha suerte en mis experiencias”, comentó Megan. “Siempre conté con mucho apoyo a lo largo de mi carrera. Es importante no solo que las mujeres apoyen a las mujeres, sino también que las personas en general se apoyen mutuamente”.
De cara hacia el futuro, Megan nos deja un poderoso mensaje:
“Cuando se trata de la visibilidad de las mujeres en entornos profesionales, mi lema es «sé el cambio que quieres ver»”.Esperamos que pronto dejemos de preguntar «¿dónde están las mujeres?» y, en su lugar, podamos decir «aquí están»”.