La energía geotérmica tiene el potencial de desempeñar un papel aún más importante en la oferta energética de Nueva Zelanda; sin embargo, estos grandes proyectos requieren una gran inversión en infraestructura. Escribe Jeremy O’Brien, director del segmento de Energía.
Nueva Zelanda requiere un billón de dólares de inversión en infraestructura en múltiples sectores durante los próximos 30 años, y a pesar de que la visión tradicional de las inversiones en infraestructura consiste en la mejora de las carreteras, los hospitales y el agua, la infraestructura energética también es una parte fundamental de este aspecto.
Esto se enfatizó el año pasado cuando los precios de la electricidad se dispararon. La sequedad de los lagos, el escaso suministro de gas y la falta de viento provocaron una escasez de suministro energético que supuso una mayor presión sobre nuestras comunidades y empresas, a pesar de que se ha realizado un esfuerzo significativo para invertir en nuevas generaciones renovables.
La energía geotérmica ha proporcionado una fuente de energía básica y baja en carbono a Aotearoa desde 1958, cuando la central eléctrica de Wairakei (la segunda del mundo) se puso en marcha cerca de Taupo. La infraestructura de Wairakei, la primera de su tipo en el mundo en ese momento fue diseñada para soportar vapor y agua, algo que no se había hecho en Italia o Estados Unidos.
Por supuesto, Aotearoa posee una historia más larga con la geotermia, que fue utilizada por primera vez por los maoríes que cocinaban, se calentaban y se bañaban con ella. Los maoríes siguen siendo cruciales para la industria geotérmica aquí como propietarios y socios del taonga en la generación de energía, el turismo y el uso directo, entre otros aspectos. De hecho, el hidrógeno verde se produce a partir de la geotermia en Mokai como parte del funcionamiento de Tuaropaki allí.

La energía geotérmica ha proporcionado una fuente de energía básica y baja en carbono a Aotearoa desde 1958.
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Para ser un archipiélago poco poblado ubicado en el extremo sur del planeta, Nueva Zelanda siempre ha destacado en el sector geotérmico. La experiencia de Nueva Zelanda ha impulsado el desarrollo en todo el mundo, primero en Indonesia y más tarde a nivel mundial, en Kenia, Japón y Filipinas, entre otros países.
La energía geotérmica posee una amplia gama de usos más allá de la electricidad, por ejemplo, en la silvicultura, la horticultura y el turismo. La geotermia supercrítica o “supercaliente” es un área de investigación interesante que podría brindar respuestas a las crecientes necesidades energéticas del país, por lo que es alentador ver que el gobierno reserva $60 millones del Fondo de Infraestructura Regional para explorar su potencial, lo que incluye los requisitos de infraestructura para tratar fluidos supercríticos (más de 400 °C).

La geotermia posee usos más allá de la generación de electricidad en Nueva Zelanda, lo que incluye, por supuesto, el sector turístico.
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Además, en los últimos años, la industria geotérmica ha realizado un gran esfuerzo para reducir aún más las emisiones mediante la adaptación de la infraestructura de las centrales eléctricas a fin de capturar las emisiones y la puesta en marcha de nuevas estaciones con esta tecnología (Contact Energy Te Huka 3). Geo40 también continúa ampliando la frontera de la extracción de minerales a partir de fluidos geotérmicos a través de la extracción de sílice y las primeras plantas piloto de extracción de litio.
En 2021, cuando la Comisión sobre el Cambio Climático publicó su informe Ināia tonu nei: un futuro con bajas emisiones para Aotearoa, se determinó que la energía geotérmica era una de las fuentes de energía más prometedoras para Nueva Zelanda en las primeras fases de la electrificación de nuestro sector energético.
Una proporción significativa de la energía de Nueva Zelanda todavía viaja a través del Estrecho de Cook desde la Isla Sur hasta el norte. Desde el punto de vista de Nueva Zelanda, el hecho de tener más centrales geotérmicas en el centro de la Isla Norte, que es rica en recursos geotérmicos, proporciona la simple ventaja de situar dicha fuente más cerca de las zonas de mayor densidad demográfica.

Jeremy O’Brien, director del segmento de Energía de Seequent, afirma que las posibilidades de que la geotermia contribuya a la transición energética son muy interesantes.
A medida que nos acercamos a 2025, las posibilidades son verdaderamente emocionantes gracias a los avances tecnológicos, tanto aquí como en el extranjero, además de un panorama de inversión cambiante, y es por estas razones que Seequent inició una asociación de dos años con la Asociación Internacional de Geotermia (International Geothermal Association, IGA) en noviembre del año pasado a fin de crear conciencia sobre el potencial de la geotermia y promover su desarrollo.
Los beneficios de esta asociación para Nueva Zelanda pueden consistir en un intercambio directo de personas, mejores prácticas compartidas o exposición a avances tecnológicos mediante los cuales Nueva Zelanda puede seguir modelando el futuro de la industria. Los recientes e interesantes avances tecnológicos a nivel mundial incluyen la aplicación de Fervo Energy de las prácticas de la industria del petróleo y el gas a fin de probar con éxito las tecnologías del sistema geotérmico mejorado (Enhanced Geothermal System, EGS) que ahora alimentan la red de energía local que brinda cobertura a los centros de datos de Google en Nevada.
Aunque contamos con una gran cantidad de conocimiento institucional geotérmico aquí en Nueva Zelanda, también tenemos algunos desafíos en el sector que son similares a las conversaciones que se mantienen en el ámbito público sobre carreteras e infraestructura.
En Nueva Zelanda nos enfrentamos a una pregunta crucial: ¿cómo fomentamos la confianza en la inversión y los proyectos de infraestructura a gran escala, que incluye los desarrollos geotérmicos, para el beneficio a largo plazo de todos nosotros? Esta es una parte fundamental del rompecabezas de la infraestructura que actualmente frena el tipo de inversión necesaria para aprovechar por completo el valor de la energía geotérmica.
La geografía es otro desafío y oportunidad, ya que a menudo se encuentra en estas masas de tierra nada insignificantes que tenemos la suerte de llamar hogar. ¿Hemos llegado ya a un punto en el que existen grandes industrias, como la de secado de leche, que querrían trasladarse cuando han realizado grandes inversiones de capital y ya están en funcionamiento? Esa sería una decisión muy difícil de tomar, la propuesta de valor tendría que ser convincente para justificar el cambio.
Ese es un desafío para el que aún no tenemos todas las respuestas; sin embargo, vemos surgir un pensamiento innovador y no hay duda de que la innovación aumentará si los costos mayoristas de la electricidad continúan incrementando.
Ya podemos observar evidencia de que las empresas se ubicarán alrededor de un recurso geotérmico cuando se presente la oportunidad. En Taupō, el parque empresarial de He Ahi ha establecido una relación con Contact Energy, la cual les permite ofrecer a los inquilinos la infraestructura de cimentación, lo que brinda a las pequeñas y medianas empresas acceso a la geocalefacción sin la necesidad de perforar sus propios pozos.
Nelson Mandela dijo: “Cuando el agua comienza a hervir es tonto apagar el fuego”. Existen muchas posibilidades para la energía geotérmica en Aotearoa (Nueva Zelanda) y, gracias a su colaboración con la IGA, Seequent contribuye a garantizar que el calor se mantenga bien para que la geotermia alcance todo su potencial.
Seequent se enorgullece de ser parte del futuro sector de infraestructura de Nueva Zelanda. En la actualidad, nuestra tecnología apoya todo tipo de proyectos, desde el apoyo a la extensión de la autopista Puhoi-Warkworth, el túnel City Rail Link en Auckland o, por supuesto, el apoyo a la próxima generación de generación geotérmica.